lunes, 11 de noviembre de 2019

“Ahora sí, guerra civil”, El Alto resiste el golpe de Estado en Bolivia


La ciudad que rodea a la capital boliviana es la segunda más grande del país y ha salido a las calles contra la destitución del Presidente Evo Morales. Desde ayer a la noche, las juntas vecinales salieron a pronunciar un ultimátum contra el líder opositor Camacho. Hay barricadas y enfrentamientos con la policía, militares y paramilitares que han dejado hasta el momento dos muertos y 15 heridos de bala. Hoy, renunció el comandante general de Policía. Por ANRed.

Ayer, mientras las fuerzas Armadas “sugerían” la renuncia al Presidente al mismo tiempo que el comandante general de la policía, Yuri Calderón se plegaba al pedido de dimisión, se cerraba el círculo que obligó a Evo Morales a renunciar. Las detenciones de dirigentes del Movimiento al Socialismo (MAS) y el ataque a locales y casas particulares, junto a la quemas de wipalas, coronaron la asonada con el ingreso del líder opositor ligado al negocio del gas, Luis Camacho, quien, con biblia en mano y zona liberada por la policía, pudo ingresar al Palacio Quemado.
Pero en El Alto por la noche se comenzaron a levantar las primeras barricadas para bloquear La Paz y rechazar el golpe. La Federación de Juntas Vecinales (FeJuVe) dio un plazo de 48 horas para que los “golpistas” abandonen La Paz “por incitar la división  y la violencia entre bolivianos”.
Hoy, los enfrentamientos se han recrudecido en varios puntos de la ciudad. Los manifestantes han repelido a contingentes policiales pero las fuerzas de seguridad han disparado armas de fuego asesinando, al menos, a dos personas e hiriendo a otras quince. Al grito de “Mesa, Camacho queremos tu cabeza” han incendiado una comisaria en El Alto y han inutilizado varios móviles policiales.
La situación escaló y el comandante de la Policía Nacional Calderón presentó su renuncia. La prensa hegemónica boliviana ha reducido las protestas a vándalos y saqueadores que aprovechan “el caos social para hurtar”. El operativo desinformativo tiene características similares a los levantamientos en Ecuador y Chile.
Desbordadas las fuerzas policiales han ingresado unidades del ejército boliviano en tanquetas en algunas avenidas en el Alto. El alto mando militar ha comenzado a ejecutar un plan de emergencia para garantizar los servicios públicos. Sin embargo, los pobladores han denunciado desde ayer el corte de suministro en el agua. A la par, una nutrida concentración de pobladores con wipalas se movilizaron cantando “Ahora sí, guerra civil”.
La situación empeora a cada instante, la OEA ha pedido a la Asamblea Legislativa que sesione urgente para garantizar “una salida constitucional”  y la Unión Europea ha expresado, a través de la Alta Comisionada, que se organice lo antes posible unas elecciones “creíbles” que expresen la voluntad del pueblo.  En un comunicado publicado en redes sociales, Donald Trump, ha celebrado la destitución de Evo Morales “Estado Unidos aplaude al pueblo de Bolivia y a los militares bolivianos”.  Morales permanece recluido en el Chapare y la cancillería mexicana ha otorgado asilo político al mandatario.
Hasta el momento hay dos asesinados en El Alto y unos 15 heridos entre ellos dos niñas. Los enfrentamientos se suceden en algunas esquinas. Mientras se teme la llegada de más contingentes paramilitares que se sumen a la represión a los opositores al golpe de estado.

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